¡ 'MOQUEGUA TENIA QUE SER !

lunes 23 de junio de 2008

_Una gran lección de valores es lo que demostraron los moqueguanos al reclamar lo que por derecho les corresponde, tuvieron la capacidad de entender que era necesario estar unidos, los de las punas alto andinas, los de los valles calurosos, los de las lomas costeras y los del fresco litoral, todos juntos a una sola voz: ¡EL CANON MINERO NOS PERTENECE!, se requiere para el desarrollo de la Región; Región postergada por los gobiernos de turno, olvidada por los políticos que debieron servirla y adormitada por un burocrático centralismo.Sin embargo Moquegua supo esperar su momento y mostrando su grandeza, supo también ser noble y generosa con propios y extraños, tendiendo la mano a quienes estaban de paso y que sufrieron también los efectos de la protesta, allí estuvo con ellos el pueblo moqueguano, que con mucho amor y respeto les alcanzó su cariño convertidos en manjares preparados en las ollas comunes infaltables en las luchas de los pueblos y como muestra de solidaridad. Fueron ellos también, protagonistas pasivos de esta victoriosa lucha contra la marginación y la indiferencia de los soberbios que cuando tienen al poder no escuchan la voz del pueblo y se olvidan que esa, es la verdadera voz de Dios.

Los hombres moqueguanos con arrojo y valentía, se enfrentaron a las fuerzas del orden que tenían planes de rigurosa represión, el pueblo sólo armado de valor, sabiendo que la razón le asistía,y esa compacta unión hizo que cambiaran los planes de la policía, quienes teniendo por jefe a un sesudo general, el mismo que trató de enrumbar la solución con el diálogo y negociaciones en el lugar de los hechos a fin de evitar un innecesario derramamiento de sangre, tan buenas intenciones desgraciadamente no fueron entendidas por otro oficial quien creyó necesario usar la fuerza antes que la persuasión y ordenó por su cuenta disparar gases a los protestantes, quienes a su vez confundieron tal actitud como una cobarde estrategia y se enardecieron capturando a medio centenar de policías que acompañaban al general que parlamentaba con ellos, la indignación no se hizo esperar y arremetieron contra los policías, capturándolos, pero las MUJERES MOQUEGUANAS abogaron por ellos, no dejando que los toquen y más por el contrario supieron convencer a los manifestantes, haciéndoles entender que también los policías son hijos del pueblo; el amor de madre y los ruegos oportunos convencieron a los toscos mineros y campesinos, y protegieron a quienes cumplían con su deber, diremos mejor con su trabajo, por eso la sangre jamás llego al río. El pueblo moqueguano sintiéndose victorioso,no abuso de su poder, no hubo asesinatos, ejecuciones ni ajusticiamientos, no hubo insultos ni amenazas, el pueblo de Moquegua supo SER GRANDE, NOBLE Y GENEROSO.¿Acaso esto no es más que suficiente para estar ORGULLOSOS de un pueblo que ha sabido rescatar el HONOR Y LA DIGNIDAD de un país?; país que vive soportando día a día el engaño de la promesa incumpliday que con una obstinada miopía y sordera es insensible ante tanto reclamo por la ausencia de JUSTICIA.

¡Cuando se cierran las puertas de la Justicia, se abren las puerta de la violencia!; dice un viejo refrán, a pesar de que para Moquegua estuvieron cerradas por mucho tiempo las puertas de la Justicia, nunca se abrieron las de la violencia ni de la injusticia, por que supieron mantener una razonable energía, comprendida incluso por quienes debieron reprimirlos, pero que sabiamente les dieron la razón, porque la razón se tiene que imponer ante la fuerza.Estos heroicos sacrificios del pueblo maqueguano, que siempre ha sabido ser justo y responsable ente las duras pruebas que la historia le ha impuesto, tienen que inspirar en los gobernantes las más sabias reflexiones, las oportunas amnistías, las mismas que deben estar a la altura de la admiración de toda la Nación.,Sólo así, se curaran las heridas y Moquegua tendrá la tranquilidad, la paz y el sosiego inspirador de poetas y trabajadores que le han dado el bello nombre de ¡TIERRA SEÑORIAL!.

A partir de ahora el Perú dormirá tranquilo, sabiendo que hay mujeres y hombres que defienden con razonable bravura, la Ley, el Orden y lo que por Derecho corresponde.¡Que no busquen culpables, los que verdaderamente lo son! y que aprendan la lección, para no seguir cometiendo errores, porque lo menos que se puede esperar, es un buen gobierno, de quienes para eso, fueron elegidos.

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